miércoles, 1 de mayo de 2013

Los dados de Dios


INFIERNO, más allá del tiempo y del espacio...

Las almas que en su día fueron buenas personas se hartaron de tantas humillaciones. Se organizaron y prepararon una revuelta. La revolución de las ánimas. La guerra estalló y todo el odio acumulado durante milenios sirvió para convertir el Infierno en un auténtico INFIERNO. Satanás, divertido en un principio ante aquellos acontecimientos y perplejo al cabo de un tiempo razonable, ordenó que cesara la lucha. Pero nadie le obedeció. Sus hordas diabólicas se confundían con los millones de almas que luchaban entre sí. Satanás interrogó a uno de sus más fieles demonios, el cual – muy apesadumbrado - reconoció que el modus operandi utilizado durante los últimos siglos tal vez no había sido el más correcto. Avergonzado, contó a su señor la verdadera esencia de todo lo acontecido. Y el Señor del Averno, enloquecido por la traición de los suyos, hizo desaparecer todo el Infierno en un abrir y cerrar de ojos. Sólo Cerbero, el eterno guardián, se salvó de la ira del Señor de las Tinieblas. Y Satanás, montando sobre su fiel can, se dirigió hacia la Tierra...

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